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Historia de la Rana

El Juego de La Rana en España , también conocido en otros países Iberoamericanos como "Juego de sapo"(en Perú y Argentina) o "Tiro al sapo"(en Colombia), es un juego de lanzamiento de precisión donde se intenta introducir un determinado número de fichas de hierro en los múltiples agujeros que existen en la mesa de la rana. Algunos de ellos tienen obstáculos que dificultan la precisión del lanzamiento. La mesa puede ser de madera o metálica. En la parte superior tiene varios agujeros , en el centro una rana sentada con la boca abierta , delante de la misma un molino , a los lados dos puentes y dos agujeros, y por detrás tres agujeros más. Las partidas más serias se suelen jugar a diez tiradas. Si la fiche entra en la boca de La Rana se obtiene máxima puntuación.



Algunos historiadores sostienen que hace miles de años en el Egipto de los Faraones ya se practicaba un juego similar al de “La rana”. Los egipcios practicaban varios juegos de salón, entre ellos “el juego de los ladrones”, que Martin Walker refleja en su obra “Los Egipcios”. Otro egiptólogo, M. Beltrán del Alisal, también da alguna pista acerca de este juego, que en algunos aspectos coincide con lo expuesto por M. Walker.

No obstante el origen de este juego tal y como lo conocemos hoy se atribuye sin duda a una leyenda Inca.

En esta cultura los sapos eran venerados por sus poderes mágicos. En los días festivos se arrojaban piezas de oro en los lagos, siendo que si un sapo saltaba y comía la pieza, este se convertía en oro y se le concedía un deseo al tirador. En homenaje a tantos deseos hechos realidad, el Inca manda a construir un gran Sapu de oro, con el cual se divertía toda la realeza. Era un juego de suspenso y destreza, donde la danza y la alegría se mezclaban en un solo rito: PUKLLAY SAPU (jugar sapu)​. 

En la época moderna, las mesas donde se practicaba el “juego de la rana” fueron unas de las principales diversiones que tenían los pasajeros en la cubierta de los grandes trasatlánticos de principios de siglo.

Del prestigio del que gozaba “El juego de la rana” nos da idea una receta creada por Don Alejandro Caverivière, cocinero en jefe de la Sociedad Gastronómica Bilbaína que, a principios de siglo, creó la receta del “Bacalao al Club Ranero”, como homenaje a los socios del Club de Jugadores de Rana de Bilbao.

Pero es en el norte de España, y sobre todo en Asturias, donde “El juego de la rana” es más popular. Se practica, de modo habitual, en las sidrerías y, sobre todo, en las grandes espichas que se celebran en Asturias, acompañando a “ La llave” y a “ Los bolos de cuatreada”. Es muy fácil encontrar competiciones individuales y por equipos de estos juegos en las sidrerías y fiestas asturianas.



Existe una amplia tipología de mesas para el juego de rana, por ejemplo: la “Rana leonesa” o la también conocida como “Rana maragata”, se diferencia de otras por la existencia, detrás de la figura del batracio, de un cajón metálico denominado campana. La introducción de la ficha en esta campana supone la máxima puntuación, además del toque de una pequeña campana alojada en el interior que anuncia al resto de jugadores el logro del lanzador. Este tipo de juego está inspirado en las tradicionales “bocas de vieja” que se instalan en el panel de fondo de los “Sapos” argentinos.

                                                                        Rana leonesa



                                                                  Bocas de vieja

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